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Saturday 27  April de 2024
Buenos Aires 

las malezas se combaten con un manejo integrado

En una campaña donde la problemática está cada vez más presente en la zona núcleo y se recomienda tener un manejo integrado para poder combatirlas. Paso a paso, una serie de pautas para tener en cuenta a la hora de arrancar la siembra.

Las malezas de difícil control son hoy el principal problema de la agricultura. Para combatirlas se realizan rotaciones, cambio de los principios activos de los agroquímicos y otros ajustes en el manejo. Las empresas de fitosanitarios crearon el Comité de Acción de Resistencia a Herbicidas. Desde Casafe señalan que “las malezas son las responsables de importantes pérdidas de rendimiento en los cultivos ya que compiten por la luz, el agua y los nutrientes. Diversos estudios indican que el rango de pérdidas va de 20% hasta el 80%, dependiendo del estado fenológico del cultivo y de la cantidad de recursos disponibles en el ambiente. En los últimos años, el problema es la aparición de una gran cantidad de especies capaces de sobrevivir a la aplicación de ciertos principios activos, como ocurre con el capín, rama negra, sorgo de Alepo, raigrás anual, yuyo colorado y nabón, entre otras”. Esta capacidad de respuesta de las malezas se denomina resistencia o tolerancia al herbicida, y es un fenómeno que obedece, en parte, a fallas en el manejo del cultivo. Por ejemplo, un yuyo que se vuelve resistente porque se lo combatió con un solo herbicida o grupo, porque la aplicación del agroquímico se realizó con malas condiciones ambientales (con rocío o previo a una lluvia, lo cual provocó una baja absorción del principio activo) o por la repetición de un mismo cultivo año tras año sin alternancia con otras especies (monocultivo). Manejo Integrado de Malezas. El MIM (Manejo Integrado de Malezas), es una de las principales herramientas para hacer frente al problema y retrasar lo más posible la aparición de resistencias. Esta estrategia se asienta en el uso de diversas técnicas de control, sin depender exclusivamente de alguna de ellas. Desde Casafe remarcan que unas buenas prácticas de manejo son el monitoreo periódico del cultivo, la alternancia de herbicidas de diferentes modos de acción y, por otra parte, las aplicaciones con las condiciones ambientales adecuadas. Además, otra práctica es la rotación de cultivos, sumado a un conocimiento de la biología de la plaga, y el manejo del cultivo (densidad, fecha de siembra, genética). Además, conocer la biología de la especie es de vital importancia para identificar los momentos de mayor debilidad y controlarlas eficientemente. Lo esencial es atacar a las malezas en el momento de su emergencia, es decir cuando las plantas son pequeñas, por eso es fundamental el monitoreo constante para identificar las especies “problema”, lo que facilitará conocer el banco de semillas presentes en el lote. Saber la fecha y duración del periodo de germinación ayuda a definir la estrategia de manejo. Por ejemplo, en el caso de especies de germinación “concentrada” es recomendable esperar a que la totalidad de los individuos hayan emergido y luego realizar el control. Para especies de germinación “prolongada” es importante la implementación de un barbecho adecuado, teniendo en cuenta el uso de productos con efecto residual

Los pre-emergentes para controlar mejor

La mejor herramienta para mitigar la problemática de malezas difíciles es utilizar herbicidas pre-emergentes de acción residual para mantener el banco de semillas controlado y, por añadidura, la presión que las malezas ejercen sobre los sistemas de producción. Por un lado, puede pensar en la prevención y aplicar los herbicidas pre-emergentes de manera temprana, a inicios de la primavera, para controlar los nacimientos de malezas como Conyza spp. y los primeros n a c i m i e n t o s de Amaranthus spp. Esta estrategia toma fuerza cuando se busca mantener el lote limpio, lo que no siempre es posible en años con pronósticos de lluvias frecuentes. Cuando esto sucede se complican las aplicaciones por falta de piso, con los inconvenientes que eso trae aparejado en el manejo de las malezas y los retrasos en las fechas de siembra. La estrategia de prevención con lotes limpios tampoco es gratis, porque existe el riesgo de que lluvias abundantes y de elevada intensidad provoquen la lixiviación de todos los herbicidas, dejándonos expuestos a la germinación de nuevas cohortes de malezas. Pensar de forma preventiva es una muy buena opción; sin embargo, es una apuesta fuerte en regiones de suelos de texturas más frágiles. FMC se destaca por la elevada residualidad de sus herbicidas y por las combinaciones específicas para las distintas problemáticas de malezas. Ante la amenaza de Amaranthus, productos como Capaz MTZ o Sulfentrazone se recomiendan en aplicaciones cercanas a la siembra para que expresen su residualidad dentro del desarrollo del cultivo. La mayor fortaleza de Capaz MTZ y Sulfentrazone es su elevada residualidad. De allí que la empresa los recomiende para el manejo de malezas como Amaranthus spp. que posee la cualidad de germinar avanzada la primavera y el verano

FUENTE: Infocampo Capaz MTZ Sulfentrazone